La importancia de las mediciones anti-corrosión en cualquier proyecto

Ni te imaginas los daños que la corrosión causa a miles de personas año tras año. Siempre hablamos de la importancia de ejecutar una buena protección anti-corrosión de acero y metal, ¿pero sabes cuál es su principal ventaja o motor que impulsa a hacerlo? El factor económico, o lo que es lo mismo, los costes derivados que puede provocar para un proyecto y para la empresa. Por no hablar también de un factor aún más importante, la seguridad de las personas.

Mediciones anti-corrosión en los proyectos

 

Siempre debe llevarse a cabo una protección anti-corrosión de acero y metal. ¿Los beneficios? Todos. Pero sobre todo, en cuanto al tema económico.

 

Es de vital importancia proteger las materias metálicas de las influencias que el medioambiente puede causar en ellas, como por ejemplo, la corrosión. En muchos casos, realizar un revestimiento con un material anticorrosivo adecuado (lo que se conoce como una protección anti-corrosión pasiva) es la solución. Esto debería ejecutarse en cualquier proyecto de esta manera, para evitar sustos y/o sobre costes de última hora.

 

¿Es necesario asumir estos costes?

 

Por supuesto que es necesario. Los costes correspondientes son muy inferiores si los comparamos con los costes derivados de un problema de corrosión en un determinado proyecto. Hablamos de problemas como la pérdida de valor de un producto, que se pare el servicio, desmontaje, etc. Son al fin y al cabo, incidencias menores, si las comparamos con lo que podría pasar si no se trata a tiempo el problema.

 

No se debe ahorrar en anti-corrosivo ni dejarlo más para adelante, porque se puede llegar a pagar muy caro. Sobre todo en determinados proyectos. Aún así, se debe ejecutar siempre. Porque como te decimos, aunque pueda suponer un ligero coste sumado al proyecto, es muy inferior si tuviéramos el problema de la corrosión.

 

No solamente el tema económico debe ser el motor para ejecutar medidas anti-corrosión, sino también entra el juego la seguridad de las personas. Y sobre todo, en las construcciones de aceros sobre las que se desplazan dichas personas (como por ejemplo un puente). En estos casos deberá cumplir con las normas correspondientes en cuanto al revestimiento anticorrosión propiamente dicho.